lunes, 30 de septiembre de 2013

2.2.2 Intervenciones extranjeras.

INTERVENCIONES EXTRANJERAS
 
 
Guerra de los Pasteles
 
 
El centralismo impuesto por la nueva Constitución, marcó con más fuerza las diferencias entre los federalistas y centralistas, ocasionando que aumentaran los levantamientos militares en contra del gobierno de Anastasio Bustamante, quien había ocupado el poder en Abril de 1837; esta inestabilidad política que existía en el país, creó las condiciones propicias para que las potencias imperialistas del Siglo XIX, aprovecharan cualquier pretexto para intentar apoderarse del territorio Nacional.
 

Desde 1827, Francia solicitaba a México la firma de un convenio el cual establecía entablar relaciones comerciales entre ambos países; sin lograr concretar acuerdos definitivos por no estar de acuerdo con algunas de las cláusulas de dicho convenio, en el sentido de que México debía aceptar indemnizar por daños ocurridos a extranjeros radicados en territorio nacional.

 
Para 1838, México aún no reconocía ningún tratado con Francia, por lo que el representante Barón Deffaudis, abandonó el país para preparar la ocupación del territorio mexicano, y volver al poco tiempo acompañado de 10 barcos de guerra, comandados por el contralmirante Carlos Baudin; se apostaron frente al Puerto de Veracruz, reclamaban el pago de 800,000 pesos por daños ocasionados a franceses, entre los que se encontraba el Sr. Remontel, dueño de una pastelería, donde algunos oficiales de Santa Anna, se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta. A este conflicto el pueblo lo denominó “La Guerra de los Pasteles”

 
El Presidente Bustamante decide firmar la paz, considerando que México no estaba en condiciones de participar en una guerra con Francia, por su incapacidad militar y marítima. El conflicto terminó en 1839, año en que se firmó el tratado de paz, obligando a México a entregar al gobierno francés la cantidad de 600,000 pesos, por concepto de daños a franceses radicados en el país.
 
 
 
 
 

La guerra de 1846-1848
 
 
Una vez incorporada Texas, las ambiciones expansionistas de los norteamericanos buscaban también apoderarse de los inmensos territorios mexicanos de California y Nuevo México.

 
El conflicto inició el 13 de Mayo de 1846, después de que el Congreso de Estados Unidos autorizó la declaración de guerra a nuestro país, con el pretexto de que fuerzas mexicanas habían capturado a soldados enemigos en Matamoros y Tamaulipas.

 
El gobierno norteamericano ordenó al general Zacarías Taylor ocupar Corpus Christi y el bloqueo de los Puertos de Tampico y Veracruz. El Presidente mexicano Paredes designa a Mariano Arista para que se encargue de la defensa del territorio nacional. Los primeros combates se escenificaron en Palo Alto y Resaca de la Palma, donde sería derrotado el ejército mexicano.

 
En septiembre de 1846, después de continuar su trayecto hacia el centro de México, el general norteamericano ocupa Monterrey y posteriormente Saltillo. Ante el avance norteamericano, el gobierno mexicano designa a Santa Anna Jefe del Ejército, quien al mando de 13 mil hombres y 30 piezas de artillería enfrentó a los norteamericanos en la Batalla de la Angostura; cuando todo parecía favorecer con el triunfo al ejército de Santa Anna, es informado de la rebelión de grupos conservadores ligados a la Iglesia en contra del gobierno, el cual pretendía vender los bienes eclesiásticos para financiar la guerra.

 
Santa Anna llegó en marzo de 1847 a la capital del país, suprime la Vicepresidencia y solicita apoyo económico a la Iglesia para mantener la guerra. El ejército norteamericano, por su parte, ocupa la Alta California y Nuevo México; aprovechando los conflictos en la capital del país abren un nuevo frente de guerra en el Golfo de México al mando del general Winfield Scott, quien ocupó el puerto de Veracruz después de haberlo bombardeado durante seis días; en esta batalla se considera que murieron más de mil mexicanos entre civiles e integrantes del ejército.

 
Santa Anna, quien había ocupado nuevamente la Presidencia, sale en auxilio de sus compañeros al mando de diez mil hombres, hace frente a los norteamericanos cerca de Jalapa donde fue derrotado. A partir de este momento el general Scott continuó ocupando territorio nacional desde Orizaba hasta la capital del país, a donde arribó en el año de 1847. Bastaron cuatro meses a los norteamericanos para derrotar a las tropas santanistas y ocupar el Distrito Federal.

 
En septiembre de 1847 Santa Anna renuncia a la Presidencia y asume el gobierno el licenciado Manuel de la Peña y Peña, quien se verá obligado a trasladar su gobierno a Querétaro y entablar negociaciones con los representantes de Estados Unidos para establecer los acuerdos de paz entre ambas naciones.

 
El 2 de febrero de 1848 en la Villa de Guadalupe se firma el Tratado de Guadalupe - Hidalgo, en el cual se establece que Texas, Nuevo México y la Alta California pasan a poder de Estado Unidos; poco más de dos millones de kilómetros cuadrados le serán arrebatados al pueblo de México.

 
Estados Unidos se compromete a pagar quince millones de pesos como indemnización por los territorios cedidos por México, además de defender la frontera entre ambas naciones de las incursiones de los grupos bárbaros.
 
 
Consecuencias

 
Para México, la derrota, el desaliento: diez mil soldados vencieron a todo un pueblo hundido en el caos, la anarquía, que en casi cuarenta años había tenido paz. Estados Unidos tuvo una ganancia muy importante, se convirtió en la potencia que pregonaba la doctrina Monroe y el destino manifiesto, en sus relaciones diplomáticas en el exterior.

 

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